Así como nuestra fundadora Lutgarda Mas i Mateu, fue promotora de la libertad de Cristo entre los hombres y mujeres que sufrían ignorancia, nosotras debemos reexpresar su Carisma de liberación ante las opresiones del mundo actual (Dir.30). 

Por ello, en todas nuestras obras pastorales: Educativa, sociales y misiones, trabajamos por la recuperación de la dignidad y la libertad de las personas y el cuidado de la casa común. En todos los grupos humanos que acompañamos nos esforzamos en promover y favorecer una ecología integral, armoniosa y más fraterna.

Asimismo, en nuestra misión liberadora somos enviadas a ser signos de caridad redentora, manifestando sensibilidad especial de amor, misericordia y compasión ante toda situación que esclaviza. Estamos atentas a las realidades que reclaman nuestra presencia profética en la defensa de los derechos humanos cuando se niega la dignidad de sus hijos e hijas de Dios y se impide la aceptación de la fe o se provoca su pérdida. (Const. 37)